Retinopatía Diabética
Revisado por DeDiabetes
Subscríbete para recibir un plan de comidas para la diabetes de 7 dias, gratis
La retinopatía diabética es una de las complicaciones de la diabetes, en específico, esta afecta a los ojos. Causa daño a los vasos sanguíneos de la retina, el tejido encargado de recibir los rayos luminosos.
Inicialmente, la retinopatía diabética no suele producir síntomas. Sin embargo, puede diagnosticarse de forma precoz con un examen ocular, por este motivo, se recomienda realizar una revisión anual en aras de evitar complicaciones.
Si no se trata a tiempo, la retinopatía diabética puede progresar y a la larga, causar ceguera o perdida total de la vision, de hecho, según un artículo de la prestigiosa Revista de la Asociación Americana de Medicina (JAMA)(1), la retinopatia diabetica es la primera causa de ceguera en adultos.
Síntomas
Aunque lo más probable es que no se presenten síntomas al principio, a medida que avanza el daño de la retina, podrían aparecer algunos de los siguientes:
- Visión borrosa
- Manchas flotantes en la visión
- Zonas oscuras de la visión
- Pérdida de la visión
Tipos de Retinopatía Diabética
Retinopatía diabética temprana
En esta fase, las paredes de los vasos de la retina ya están debilitados, por lo tanto, protruyen pequeños bultos que liberan líquido hacia la retina. Por otro lado, los vasos más grandes pueden dilatarse y hacerse irregulares. Estos procesos deterioran la visión, por lo que es necesario ser tratado a tiempo.
Retinopatía diabética avanzada
En este estadio, ya se encuentran muchos vasos sanguíneos bloqueados, por consiguiente, comienzan a proliferar nuevos vasos. Estos nuevos vasos terminan siendo muy frágiles, por lo que permiten la fuga de un líquido gelatinoso hacia el centro del ojo.
Eventualmente, la cicatrización de los vasos rotos obstruye la circulación normal de los fluidos, aumentando la presión y dañando el nervio óptico (quien se encarga de enviar las imágenes al cerebro).
Diagnóstico
El Instituto de Salud de Estados Unidos, recomienda realizar al menos un examen visual al año en pacientes diabéticos, ya que el tratamiento temprano de la retinopatía diabética ayuda a disminuir las probabilidades de complicaciones serias como la pérdida de la visión.
1. Fondo de ojo
Un oftalmólogo puede hacer el diagnóstico mediante un fondo de ojo. Para ello, se aplicarán gotas en los ojos para dilatar la pupila y con la ayuda de un oftalmoscopio, poder ver dentro de ellos, en busca de anomalías en los vasos sanguíneos, el nervio óptico o la retina.
2. Angiografía con fluoresceína
Después de dilatar los ojos, se inyecta un contraste vía endovenosa. Luego, se toman imágenes a medida que el contraste circula a través de los vasos sanguíneos de los ojos. Las imágenes pueden identificar los vasos sanguíneos que están bloqueados, rotos o con fugas.
3. Tomografía de coherencia óptica
Esta prueba proporciona imágenes transversales que muestran el grosor de la retina. Esto ayuda a determinar cuánto líquido se ha filtrado al tejido de la retina. Posteriormente, este examen se puede usar para monitorear el progreso del tratamiento.
Prevención
No siempre es posible prevenir la retinopatía diabética, ya que es parte de la progresión de la diabetes. Sin embargo, es posible prevenir pérdidas severas de la visión si se diagnostica de forma precoz y se trata oportunamente.
Una de las cosas más importantes, es mantener un buen control metabólico, es decir, tener controlados los niveles de azúcar en sangre. Para ello, se debe tener una dieta saludable, además de realizar actividades físicas a lo largo de la semana.
Para poder llevar un control más adecuado de los niveles de azúcar, es recomendable monitorear la glicemia con un glucómetro, desde casa, sin dejar de realizar pruebas especiales periódicamente, como la hemoglobina glicosilada.
De igual forma, es muy importante tomar los medicamentos para la diabetes tal como los recetó el médico, o el uso de insulina respetando las dosis y horarios. En caso de sufrir de hipertensión, es importante cumplir el tratamiento médico respectivo y vigilar la presión sanguínea, haciendo mediciones periódicas.
El tabaquismo, en cualquiera de sus formas, debe ser evitado, ya que se ha demostrado que incrementa el riesgo de varias complicaciones diabéticas, incluyendo la retinopatía diabética.
Por último, es importante estar atento a cualquier cambio de la visión. En caso de presentar algunos de los síntomas anteriormente mencionados, es indispensable consultar inmediatamente con un oftalmólogo o médico de cabecera.
Factores de Riesgo
Aunque el principal factor de riesgo es ser diabetico, algunos de estos factores pueden aumentar las probabilidades:
- Ser diabetico de larga data
- Hipertensión arterial
- Tabaquismo
- Embarazo
- Tener un mal control de los niveles de azúcar en sangre
- Colesterol alto
Tratamiento
El tratamiento de la retinopatía diabética depende de varios factores, incluida la gravedad de la afección y cómo ha respondido a tratamientos anteriores. Inicialmente, el médico podría decidir mantener una conducta expectante, es decir, solo vigilar de cerca los ojos.
En estos casos, cuando la retinopatía diabética se encuentra en un estadio temprano, el enfoque será realizar exámenes de forma trimestral y tener un control estricto de la diabetes, manteniendo niveles óptimos de glicemia
Para los casos de retinopatía diabética avanzada, usualmente se requiere tratamiento quirúrgico:
1. Tratamiento láser
La cirugía con láser se lleva a cabo en el consultorio de un médico o en una clínica oftalmológica. Un médico utiliza láseres dirigidos para encoger los vasos sanguíneos del ojo y sellar las fugas de los vasos sanguíneos anormales.
Este tratamiento puede detener o ralentizar la pérdida de sangre y la acumulación de líquido en el ojo. El procedimiento implica que el médico coloque un medicamento anestésico en el ojo y luego dirija un haz de luz fuerte hacia el ojo, con una lente especial.
2. Inyecciones
Ciertos medicamentos pueden reducir la hinchazón y minimizar las fugas de los vasos sanguíneos en los ojos. Los medicamentos pueden incluir fármacos anti-VEGF y corticosteroides.
Las personas pueden necesitar inyecciones regulares, pero con el tiempo, generalmente requieren inyecciones con menos frecuencia.
3. Cirugía de ojo
El objetivo es reemplazar el vítreo turbio o con sangre para mejorar la visión y ayudar al médico a encontrar y reparar cualquier fuente de hemorragia retiniana.
Después de retirar el vítreo turbio o con sangre, el cirujano insertará un líquido o gas transparente en su lugar. El cuerpo absorberá el líquido o el gas con el tiempo y creará un nuevo vítreo en su lugar.
Referencia: