Cómo manejar el mal humor
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El mal humor puede afectar la conducta y, por tanto, las relaciones con las demás personas.
Sin lugar a dudas, estar de mal humor impide disfrutar de una buena calidad de vida, al mismo tiempo que causa deterioro en las relaciones sociales.
Este hecho se agudiza cuando la persona, además, permite que el mal humor siga su curso, pues, puede llegar a sufrir incluso de ansiedad y depresión, ocasionado por el alto estrés que implica llevar una vida con mal humor.
Por todo ello, resulta imprescindible gestionar de forma adecuada las emociones, ya que así se puede tener una vida a plenitud, sobre todo aquellas personas que ya están lidiando con algún padecimiento.
¿Qué es el mal humor?
Las personas con mal humor puede que se lleguen a sentir irritadas o enfadadas, con mucha facilidad. Tal vez, ni siquiera consigan una explicación para lo que están experimentando.
Asimismo, quienes tienen mal humor puede que se sientan con alegría, luego con enfado y tristeza y así vayan pasando de una emoción a otra, haciéndoles sentir esta situación que no tienen el control sobre sus cambios.
Dichos cambios bruscos pueden ocurrir en la adolescencia, pero mucho más cuando se trata de personas que están viviendo situaciones difíciles o que están padeciendo una enfermedad difícil de sobrellevar, lo cual también hace que su entorno no sepa cómo reaccionar.
El mal humor es un tipo de respuesta emocional que aparece cuando una situación desborda el umbral de tolerancia natural de una persona, lo cual puede ser ocasionado por demandas tanto internas como externas.
Dicha irritabilidad es una señal de alerta que indica que la persona ya no puede llevar la carga por más tiempo, es decir, que se encuentra en un límite. Por ello, resulta tan imprescindible escuchar esas primeras señales para poder hacerle frente.
¿Qué causa el mal humor?
El mal humor puede ocurrir por varios motivos, generalmente, este se asocia a la frustración, por ejemplo, cuando no se pueden alcanzar ciertas metas; el estrés, enojo no expresado, expectativas no realizadas, entre otras causas.
Por otro lado, también se encuentran las personas que simplemente ven la vida desde una óptica pesimista, por lo que todos les genera mal humor.
En este sentido, es necesario tener presente que el mal humor se puede contagiar y llevar a una persona alegre a sentirse también con falta de optimismo, por lo que es recomendable rodearse de personas con buena actitud ante la vida.
¿Qué puedo hacer cuando estoy de mal humor?
Quienes padecen de mal humor pueden comenzar por hacerse un autoexamen para determinar la frecuencia con la que esto les ocurre.
Las situaciones también deben ser analizadas con el fin de poder mejorar y, si es necesario, tomar otras decisiones que conduzcan a resultados diferentes, pero más satisfactorios.
- Para quienes sienten insatisfacción y mal humor, es necesario que no comparen sus éxitos con los logros de los demás, ya que cada persona va a su propio ritmo en la vida.
- Asimismo, es recomendable buscar el lado chistoso a muchas situaciones. Esto es propio de quienes viven con buen humor y son capaces de reír aun en la adversidad.
- Practicar la gratitud también es indispensable para sentirse con optimismo; de igual manera, cabe resaltar la importancia que tiene el fijarse metas, trazarse proyectos y enfocarse en alcanzarlos.
- El vocabulario es fundamental, por lo que se deben eliminar esas palabras o creencias limitantes como el “no puedo”, “no soy bueno/a en eso”, y aplicar más bien el “sí puedo”, “soy capaz” y “lo puedo lograr”.
Además de estos consejos, también funcionan los siguientes:
- Reconocer que no se está solo: pues, otras personas te aman y se encuentran en el entorno. Estas personas solo desean verle feliz, sonriente.
- Contar hasta diez: los ejercicios con la respiración ayudan a encontrar la calma y la serenidad.
- Hablar con las personas en quienes más se confía: porque la otra persona puede tener un punto de vista más favorable que el que observa la persona llena de pesimismo que se encuentra envuelta en la situación que le abruma.
- Practicar alguna actividad física: ya que esto ayuda a liberar hormonas que frenan el estrés y hacen que la persona sienta mejor esta de ánimo.
- Dormir bien: es fundamental para tener un buen ánimo. Quienes no descansan lo suficiente pueden sentir irritabilidad o tristeza.
Finalmente, si se sienten deseos de llorar se puede hacer, pero mejor aún resulta crear, aprender a construir con madera, iniciar un trabajo artístico o simplemente llevar un diario. Esto ayuda a drenar las emociones.
¿Cómo saber si tengo mal humor?
Para reconocer si una persona tiene mal humor, o si se está padeciendo en primera persona, solo basta analizar con qué actitud se está respondiendo al mundo.
- Las personas con mal humor suelen despertar en medio del silencio, llenas de rabia o ira.
- Asimismo, las personas con mal humor pueden descargar su ira con otras personas, pueden hacer ruidos inapropiados o comentarios rudos para ofender.
- Un hecho que también es notable es que las personas con mal humor suelen recurrir al anonimato que ofrecen las redes sociales para descargar sus frustraciones y rabia con otras personas desconocidas.
Si esto te ocurre, entonces es mejor tomar una pausa, analizar el comportamiento y comenzar a cuestionarse todo lo que hasta ahora se ha tomado por verdadero, para comenzar a construir nuevos cimientos y forjar una nueva actitud, llena de optimismo ante la vida.
Y ¿qué pasa si tengo una enfermedad?
Es normal sentir rabia, tristeza y mal humor cuando se vive con una enfermedad, sea cual sea esta, pues, la persona que antes estaba acostumbrada a realizar sus tareas, ahora se siente impedida a ser la misma de antes.
No obstante, una de las pocas cosas que podemos escoger en la vida, aún en las peores circunstancias, es la actitud. Esto lo debemos tener siempre presente y cuando aparezcan los sentimientos o pensamientos negativos, sustituirlos de inmediato por otros positivos.
Esto no solo ayudará a que la persona afectada se sienta mejor consigo misma, sino que también, de forma implícita, mejorará su sistema inmune y le podrá sentir alegría, lo cual también facilitará que su entorno pueda sentirse más ameno al atenderle o prestarle apoyo. Una buena actitud y una sonrisa son claves en cualquier momento de la vida.