Cómo evitar la depresión con diabetes

La depresión y la diabetes están relacionadas. No importa si se trata de diabetes tipo 1 o 2, las personas corren con un riesgo igual de sufrir depresión.

Lo mismo ocurre si la persona está deprimida, es posible que las personas abandonen o descuiden sus tratamientos, sin embargo, un punto positivo es que tanto la diabetes como la depresión se pueden tratar de forma simultánea. El recibir información oportuna y tratar ambos padecimientos puede mejorar la calidad de vida de las personas.   

La depresión y la diabetes, ¿cómo se relacionan?

Las personas que sufren de enfermedades crónicas son las más propensas a sufrir de problemas de salud mental, sobre todo ansiedad y depresión.

En el caso de las personas que han recibido un diagnóstico de diabetes, estas tienen más probabilidad de sufrir depresión.  

La depresión, a su vez, puede llevar a que las personas con diabetes se traten menos, ya que sentirán menos motivación para realizar ejercicios, alimentarse de forma adecuada, e incluso puede que lleguen hasta a fumar. Es decir, que se cuiden menos.

Aun cuando no se comprenda totalmente la relación entre la diabetes y la depresión, se sabe que ambas pueden influir de forma negativa en las personas.

Algunos factores que relacionan ambos padecimientos son los siguientes:

• El hecho de que la diabetes lleva a que la persona realice esfuerzos adicionales para cuidarse;
• La diabetes no tiene una fecha de finalización y esto hace que la persona pueda entrar en depresión;
• La persona con diabetes puede sentir que la diabetes acorta su vida o disminuye la calidad de la misma;
• Puede sentir miedo hacia el futuro, pues, aunque no produzca síntomas observables, es una enfermedad que está presente en la mente de las personas;
• Sentir que no puede seguir las indicaciones de la medicación puede hacer que la persona se sienta minusválida o que su autoestima decae;
• El cuerpo y las limitaciones que experimenta puede hacerle sentir a la persona que esto interfiere con el disfrute de sus días;
• Cuando el tratamiento es riguroso, la persona con diabetes puede sentir que su calidad de vida se altera;
• Muchas veces, la diabetes se convierte en el tema central de muchas familias.

Sumado a lo anterior, las personas que requieren de insulina pueden sentir que están en la “última fase” del tratamiento, por lo que comienzan a sentir depresión o culpabilidad de no haberse cuidado lo necesario.

Sin embargo, esta es una creencia lejana de la realidad, porque la verdad es que la diabetes más peligrosa es la que no se atiende de forma adecuada. La insulina, más bien, es una de las maneras de tratarla ante determinadas circunstancias y el no hacerlo puede derivar en otras consecuencias no deseadas.

¿Qué síntomas se observan cuando se tiene depresión?

Cada persona vive la realidad de la depresión y la diabetes de forma diferente, pero, en su mayoría, las personas experimentan los siguientes síntomas:

• Sentimiento de vacío o de profunda tristeza;
• Irritabilidad;
• Ansiedad;
• Culpa;
• Desesperanza;
• Las actividades que antes disfrutaba ahora no le parecen interesantes;
• Dificultad para concentrarse;
• Sentirse triste cuando siente cansancio al realizar algunas actividades;
• Dormir en exceso, o dificultad para conciliar el sueño;
• Comer más, o menos, que antes;
• Sentir malestar general, dolor de estómago, de cabeza, o sufrir de problemas digestivos;
• Tener pensamientos suicidas, entre otros.

¿Cómo evitar la depresión con diabetes?

Estas son algunas recomendaciones a las que puede recurrir la persona con diabetes:

1. En primer lugar, pedir ayuda ante la mínima sospecha de estarse deprimiendo. Acudir al médico es importante para evitar que la depresión continúe invadiendo las esferas de la vida o que afecten el estado de ánimo.
2. Las personas más cercanas y seres queridos también desean ayudar a quien padece de diabetes, y esto es algo que los diabéticos deben tener presente, pues, es mejor hablar de los sentimientos que reprimirlos.
3. Hacer ejercicio o alguna actividad física con regularidad, aun cuando no se tengan muchas ganas.
4. Hacer un esfuerzo por continuar con los cuidados de la diabetes, ya que el dejar de tratarla solo hará que empeore. Se puede pedir ayuda a los seres queridos para llevar a cabo esta tarea.
5. Evitar refugiarse en las drogas o el alcohol, ya que no son recursos que aporten nada, sino que más bien restan o empeoran la situación.
6. Mientras se esté deprimido, se debe procurar no tomar decisiones importantes.
7. Las personas con tratamiento psiquiátrico o psicológico, lo deben seguir y no abandonarlo.

Hoy día existen programas de autocontrol de la diabetes, centrándose en la conducta de las personas para que aprendan a mejorar su control metabólico, tener controlada la pérdida de peso, entre otros factores.

La psicoterapia también puede ser de gran ayuda, sobre todo cuando esta es de tipo cognitivo conductual, ya que arroja buenos resultados en las personas que padecen diabetes y que sufren de depresión.

Algunos casos pueden requerir un cambio no solo en el tratamiento, sino en el estilo de vida, pero esto puede ser positivo para mejorar la calidad de vida. Muchas terapias incluyen en sus indicaciones el ejercicio frecuente para mejorar las dos afecciones.

Algunas personas pueden requerir el apoyo de un enfermero, ya que estos profesionales ayudan a reforzar la terapia, bien sea que se trate de diabetes o de depresión.

Las personas con diabetes y que sospechen que tengan depresión, necesitan consultar de urgencia con un médico especialista, sobre todo que sea experto en salud mental.

Cuando la salud mental mejora, también lo hace la calidad de vida en general, y con ello es más factible sobrellevar la diabetes y manejar los medicamentos y el tratamiento de la forma adecuada.

El apoyo de la familia, los amigos y todos los seres queridos es importante. Lo más relevante es recordar que no se está solo, sino que se cuenta con personas que le aman y que se preocupan por usted y están dispuestos a ayudarle en caso de que se sienta triste o con depresión.